La Fundación Economía y Salud celebra una jornada para concretar y definir el término “sociosanitario”

21 de noviembre de 2017. En el encuentro participaron cerca de medio centenar de expertos y profesionales de la atención sanitaria y de los servicios sociales de todo el país. En opinión de estos expertos la persona debe estar en el centro del diseño de cualquier política o recurso sociosanitario, y hace falta mayor coordinación, integración e información entre los ámbitos sanitario y social.

Foto Presentación Jornada

El término “sociosanitario” viene utilizándose desde hace tiempo de forma muy reiterada, y no siempre con el mismo significado. Hablamos de recursos, espacios, ámbitos, coordinación, integración o modelos, añadiéndoles a todos estos términos el adjetivo “sociosanitario”, sin saber muy bien a qué nos estamos refiriendo. Se trata, en definitiva, de una realidad que no está clara, ni en su definición ni en las posturas que ante la misma se mantienen, pero que de una forma continuada reflejan el interés que el término, la situación que refleja, el problema que supone, las soluciones que se le quieren dar y todo lo que conlleva suscitan.

Por esa razón, la Fundación Economía y Salud celebró ayer una Jornada de trabajo, bajo el título “Lo Sociosanitario: De los casos reales al modelo”, en la que han participado cerca de medio centenar de expertos de reconocido prestigio de todo el país, con el objetivo de concretar y definir el término sociosanitario, su aplicación a la realidad y la manera de hacerlo a través de unos recursos claramente definidos.

Durante la presentación de la Jornada, el Presidente de la Fundación Economía y Salud, Alberto Giménez, insistió en la necesidad de “poner término a la confusión y a la poca precisión y rigor con que se utiliza el término sociosanitario. Seguramente –señaló- en un pequeño grupo de personas nos encontraríamos con más de 3 o 4 versiones diferentes de lo que sería un recurso sociosanitario”.

Una confusión que tiene –añadió- entre otras, tres graves consecuencias. Por un lado, la falta de desarrollo de un modelo, ya que si no nos entendemos en la interpretación del concepto y de las palabras, resulta imposible avanzar en un modelo que se base en esos conceptos y que es necesario y urgente desarrollar. Además, y consecuencia de lo anterior, al no tener definido un modelo los recursos no están ajustados a las necesidades. Pensemos, por ejemplo, en los hospitales de agudos y en una ocupación de cama por personas en situación crónica que deberían encontrarse en otro recurso diferente”.

Y, en tercer lugar, – concluyó- la confusión existente incide en una merma en la calidad, y no solo por falta de asistencia sino por hacer recaer en recursos, por ejemplo sociales situaciones claramente sanitarias. Pensemos, por ejemplo, en cuantas personas en situación paliativa o con convalecencias complejas son atendidas en residencias, cuando debían de hacerlo en hospitales adecuados para ello”.

Todo ello genera, a juicio del Presidente de la Fundación Economía y Salud, una falta de eficiencia que se traduce no solo en una merma en la salud y en la calidad de vida de las personas sino en un incremento del coste puesto que no atendemos adecuadamente las fases post-agudas y crónicas produciendo incapacidades, reincidencias y reagudizaciones que podrían evitarse.

Foto Mesa Trabajo 1

La persona debe estar en el centro del diseño de cualquier política sociosanitaria

En unas primeras conclusiones preliminares del trabajo realizado en las jornadas, los expertos coincidieron en afirmar que es la persona la que tiene necesidades sociosanitarias que son cambiantes a lo largo de todo su proceso vital y que, por tanto, es necesario lograr que la persona esté en el centro de cualquier política o recurso que se desarrolle en el ámbito sociosanitario.

También señalaron la necesidad de integración y de compartir procesos entre los ámbitos sanitario y social. Y una falta de organización, información y coordinación.

En cuanto a los recursos consideran que no se solapan, pero que muchas veces no son conocidos por ambos ámbitos para dar solución a un problema, el sanitario no conoce lo que hay en el social y viceversa.

Asimismo los expertos detectan carencias en prevención y señalan que se vive aislado del sistema educativo y de la salud laboral y destacan el importante papel que deberían jugar los equipos de atención primaria en la prevención domiciliaria.

 

Foto Mesa Trabajo 2

Sería necesaria también una revisión de los roles, el papel y objetivos de la enfermería hospitalaria como nexo de coordinación del ámbito sanitario y social. Y la necesidad de sistemas de monitorización continua y dinámica dirigidos a pacientes y familias.

Así como reordenar los procesos según tiempos y perfiles profesionales y establecer un modelo similar en toda España con protocolos concretos y normalizados en el ámbito sociosanitario y una definición clara de unidades de media estancia y de larga estancia. Porque en cada región se habla de diferentes tipologías, terminologías y modelos.

También serían necesarias residencias para personas menores de 65 años con trastornos mentales graves y duraderos.

 

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Destacaron el uso de las nuevas tecnologías como facilitadoras y posibilitadoras de muchas de las necesidades detectadas por los expertos.

Existe, en su opinión, una falta de acceso a los datos globales de los pacientes y demandan una historia clínica global, pero que sea compartida por atención primaria hospitalaria pero también por todo el ámbito social.

También indican que sería necesaria la identificación, cuando una persona ingresa, de las necesidades sociales que tendrá en el alta hospitalaria para poder tener ya determinado cuál será su camino de recuperación, rehabilitación y reinserción, más allá de ese recurso sanitario puntual para que pueda cubrir esas necesidades sociales y dar una solución completa al paciente. En este sentido, también señalaron la necesidad de tener “gestores de casos” que serían los encargados de gestionar todo ese camino de la persona para aplicarle y darle los recursos sociosanitarios que requiera en todo su proceso.

Por último también señalaron la falta de información de resultados en salud y también de resultados en el ámbito social, y la necesidad de una eficiente gestión de los recursos existentes, que en parte se solucionaría con una mayor coordinación de los ámbitos sanitario y social que es, en gran medida, según señalaron los expertos lo que se persigue con este trabajo de la Fundación Economía y Salud.

Foto Presentación Conclusiones Previas