Confundir lo sanitario con lo social impide coordinar mejor el modelo asistencial. Entrevista a Alberto Giménez Artés

27/04/2023.- Ante una realidad en la que se echan de menos 50.000 camas de media y larga estancia, acucia la necesidad de reformar un modelo asistencial que confunde lo social con lo sanitario y explica la situación vivida en el medio residencial por colapso del sistema sanitario durante la primera fase de la pandemia.

IM Médico

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Desde que en 1948 se creara la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Día Mundial de la Salud sirve para parar un instante y reflexionar sobre la mejor forma de corregir errores y deficiencias que se generan en España por tener un modelo sanitario demasiado orientado a la patología aguda y con enormes carencias en rehabilitación y medios para recuperar la capacidad funcional de las personas afectadas, por ejemplo, por ictus.

Al cumplirse ahora los primeros 75 años de la organización supranacional que siempre recuerda que la salud no sólo es la ausencia de enfermedades, sino un estado de completo bienestar físico, mental y social.

En esta ocasión, esta cabecera abre sus páginas a las palabras de Alberto Giménez Artés, presidente de la Fundación Economía y Salud, firme convencido de que el concepto de “sector sociosanitario” debe ser superado para hablar con propiedad de un sistema sanitario y social. Un planteamiento que, sin duda requiere mucha más coordinación que la actual, pero que, sin embargo ayudaría a poner las cosas en su sitio para llevar la excelencia ya demostrada en la asistencia a los pacientes agudos hasta las personas con patologías crónicas, en situación de dependencia y con apremiantes necesidades de rehabilitación.

En este punto, para el presidente, el día mundial dedicado a la Salud cada 7 de abril es un momento tan importante como el resto de los 364 días del año para definir mejor el sistema asistencia en el país e informar a la sociedad de que nunca conviene postergar lo inaplazable.

En su análisis sobre la realidad asistencial del país, Giménez Artés destacó una clara asimetría entre la parte sanitaria y la social del actual modelo en el que no se asegura una correcta continuidad de cuidados en el tiempo. Una situación en la que el panorama se ve agravado por el envejecimiento de la población y el aumento de las patologías crónicas. Evidenciando que la coordinación entre la asistencia social y la sanitaria resulta esencial. Habida cuenta de que cerca de 300.000 personas viven en residencias de mayores y que también tienen derecho a su atención sanitaria por parte de los servicios de salud.

Prueba de lo anterior, según el presidente, ha sido y es el impacto de la pandemia de Covid-19. Porque, según sus palabras, se pidió a las residencias la asistencia que corresponde a un sistema sanitario que fue incapaz de atender la fortísima demanda generada. Lo que, sin duda, deberá ser tenido muy en cuenta de cara a nuevas pandemias.

También resulta evidente para Giménez Artés la insuficiente dotación de centros y camas de media y larga estancia. A pesar de que España tiene un muy buen sistema para atender los procesos agudos y salvar muchas vidas, falla en la continuidad asistencial durante las convalecencias y las necesidades de rehabilitación escasamente atendidas. De lo que se puede extraer que faltarían, como mínimo, 50.000 camas de media y larga estancia.

Sobre el actual sistema de atención a la Dependencia señaló como manifiestas importantes vías de mejora. Aunque los cambios regulatorios que se perfilan, como razonó, parecen desligarse en buena medida de la realidad de las personas mayores junto a un quizás excesivo celo regulatorio.

A todo ello, la Fundación Economía y Salud ofrece una panoplia de propuestas nacidas de la reflexión y la experiencia que se pueden se pueden resumir en tres potentes ideas principales.

En ningún momento se le escapa al presidente que la inversión en salud no sólo es un bien en sí mismo, sino también resulta un acierto estratégico por su impacto favorable en la economía española.

De la referida excesiva orientación a la atención a procesos agudos, aun resaltando su excelencia en España por su demostrada capacidad para salvar miles de vidas, también destacó su insuficiencia por falta de la aludida continuidad asistencial y la ineficiencia que supone atender en el medio sanitario carencias que son claramente sociales.

Empeora también la situación general, a juzgar por el entrevistado, debido a una falta de planificación que debería impulsar a promover la salud y evitar la enfermedad siempre que sea posible, con prevención. Aunque existen síntomas para la esperanza como la creación de una agencia estatal de salud pública que mejore la vigilancia epidemiológica, junto a mayores desarrollos tecnológicos que potencien la atención en la comunidad.

La fundación, que propone actuar con coherencia y pragmatismo desde la función pública también aconseja un clima reflexivo y alejado de apriorismos y reduccionismos que no distraigan del uso de los recursos del verdadero fin que siempre debe ser ofrecer la mayor calidad de atención a los pacientes. Al tener presente que la eficiencia es algo todavía alejado de su potencial para optar a mejores resultados en salud. Dentro de una deseable mejor coordinación y planificación a largo plazo.

Queda aún pendiente, por tanto, la tarea de cuantificar los recursos que la parte social del modelo asistencial puede liberar para una mejor marcha de la sanidad en general.

Finalmente, y dentro de la actividad de pensamiento que desarrolla la Fundación Economía y Salud, su presidente detalla un calendario de sus líneas de trabajo ya iniciadas en 2023 para que los ciudadanos puedan optar a una mejor atención, sanitaria y social, en todas las etapas de su vida y muy especialmente en aquellos casos de mayor vulnerabilidad.

Entre estas iniciativas está conocer mejor los deseos de los ciudadanos en cuanto a prestaciones sociales no atendidas. Junto al Índice FES, que analiza anualmente diferentes sistemas de gestión de la salud en España, y una cátedra de alcance europeo que se presentará a finales de año para incorporar mejoras e ideas ya sobradamente probadas en otros países.

Alberto G.