“La Calidad es esencial para una asistencia centrada en las personas, haciéndoles partícipes de su salud” Entrevista Alicia Negrón, enfermera Especialista Familiar y Comunitaria. Miembro del Comité Científico FES

Alicia-Negron

11/10/2023.- Entrevistamos a Alicia Negrón Fraga, enfermera familiar y comunitaria. Alicia es miembro del Comité Científico de la Fundación Economía y Salud y hoy nos comparte más sobre su visión de la Calidad y cómo es de importante para un buen funcionamiento del sistema sanitario:

Empecemos por el principio: ¿qué es para ti la Calidad?

Podría decir que, para mí, la Calidad es casi una cuestión filosófica. La Calidad es todo y está en todo. Desde el diseño de la estrategia más macro, al detalle operativo del proceso más pequeño.

Es llegar a alcanzar cualquier objetivo de la mejor manera posible, para conseguir el mejor resultado posible y con el menor gasto de recursos posible. Aunque esta no sea precisamente la mejor definición de calidad, a mí es la que más me inspira cada día.

 

¿Por qué dices que es la que más te inspira?

En ocasiones, me da la sensación de que nos perdemos en definiciones con objetivos medibles, indicadores, porcentajes, partes interesadas, dimensiones… Las buenas definiciones a nivel operativo son necesarias; sin embargo, creo que lo más importante es no perder la esencia, el sentido, el rumbo, asumiendo también nuestras limitaciones.

Digo que es la que más me inspira porque, cuando veo distintos modelos de Calidad aplicados a sectores no sanitarios, en el fondo todos intentamos lo mismo: mejorar los procesos para mejorar los resultados, con las limitaciones que tenemos.

Personalmente, creo que todos los profesionales que trabajamos en sanidad, en la rama o estamento que sea, en esencia lo hacemos para intentar mejorar la vida de los demás. Nuestro objetivo es intentar que la población consiga el nivel más alto de salud, con la mayor satisfacción posible de los profesionales y usuarios, y el menor gasto de recursos, para poder llegar a más personas y servicios, creo que es la esencia de todo sanitario. Por eso me inspira.

 

Dices que la Calidad es y está en todo. ¿Está también en la Gestión Sanitaria?

Por supuesto. La Gestión Sanitaria trata de evaluar, ponderar y relacionar todos los procesos, los asistenciales y los no asistenciales. La logística, las compras, los servicios generales, los presupuestos, la satisfacción de los usuarios, la de los profesionales… Es un ciclo continuo de toma de decisiones y de mejora permanente.

La esencia de todo lo sanitario es intentar que la población consiga el nivel más alto de salud, con la mayor satisfacción posible de los profesionales y usuarios, y el menor gasto de recursos, para poder llegar a más personas y servicios.

 

¿Qué aspectos deben considerarse desde una perspectiva de Calidad?

Tenemos múltiples dimensiones en Calidad: la efectividad, la eficiencia, el acceso, la competencia técnica, equidad, adecuación, disponibilidad, seguridad, respeto, oportunidad, experiencia asistencial al paciente, elección, disponibilidad de información, continuidad, prevención, detección temprana, evaluación… todas ellas podemos medirlas y realizar cálculos complejos

Como comentaba, la Calidad aborda todo de manera transversal; sin embargo, debemos tener en consideración que los mejores resultados no son iguales según para quién o en qué momento. En esa valoración profunda de un sistema radica la parte humana y ética de la ciencia.

Alicia-Negron-enfermeria

¿Dirías que lo más importante en Calidad es medir para poder decidir y mejorar?

En Calidad es muy importante medir y calcular, y soy una verdadera fan de los cuadros de mandos llenos de datos e información que ayuden a la toma de decisiones.

No obstante, para mí lo fundamental es articular un sistema en el que para decidir se hayan valorado previamente todas las posibles limitaciones y consecuencias de cada una de las opciones. De esta manera, la decisión final será la más óptima según los principios éticos y legales que rijan en ese sistema.

A veces no es tan importante la exactitud de la medición como lo que se valora en sí mismo. Que lo que medimos sea pertinente, tenga impacto en la estrategia global, la cantidad de información secundaria que nos aporta… incluso, asumiendo ciertos posibles márgenes de error, siempre y cuando la dirección y el camino sean los adecuados.

Un ejemplo claro lo podemos ver en las cuestiones subjetivas o de satisfacción, donde hacer las preguntas correctas a los usuarios o profesionales y saber hacia qué conclusiones nos llevan la tendencia de sus respuestas, son más importantes que la exactitud del instrumento de medida y su posible variación entre sujetos o momentos.  Habitualmente son indicadores más complejos, aunque muchas veces son proporcionales a la riqueza del conocimiento y valores que aportan.

 

“Es fundamental articular un sistema en el que para decidir se hayan valorado previamente todas las posibles limitaciones y consecuencias de cada una de las opciones. De esta manera, la decisión final será la más óptima según los principios éticos y legales que rijan en ese sistema.”

 

En ese sentido, ¿Cómo afectan esos principios éticos de la Calidad a la Gestión Sanitaria?

Afectan de manera muy directa. Según se articulen y se presenten los datos, pueden modificarse decisores de manera involuntaria, y debemos ser muy conscientes de esto para intentar disminuir los riesgos.

Por ejemplo, si nos centramos en un proceso con un foco muy pequeño, podemos propiciar la conclusión de que una determinada decisión es la mejor. Sin embargo, si desde la Unidad de Calidad analizamos esa opción inicial dentro de un contexto más amplio, de manera transversal, en el marco real en el que va a ser implantada, el coste de oportunidad con los gastos de recursos en detrimento de otros procesos o personas, la ventana de oportunidad, o las adversidades que pueda suponer en impactos de residuos contaminantes, burn out, listas de espera… esa decisión que podía parecer la mejor, puede ayudar a tener aún mayor solvencia o revalorarse como inadecuada.

Los principios éticos que fundamentan las valoraciones técnicas completas son trascendentales cuando se trabaja en pro de la Calidad en espacios de tanto calado e impacto, y tan complejos, como es el sector Sanitario.

 

Por último ¿Cuál crees que es el futuro en Calidad?

Nuevamente, creo que el campo es inmenso. Aunque hay tres aspectos que me resultan cruciales:

El primero es la Evaluación de las Tecnologías Sanitarias, algo que está detectado como una necesidad percibida desde 1994 y que, dada la evolución social y cultural de los últimos años, se presenta como un tsunami tecnológico al que debemos dar una respuesta inmediata, tanto por la parte legal como por la de inversión económica.

El otro aspecto fundamental considero que es la inclusión de los clientes en la valoración de la Calidad con una asistencia centrada en las personas y sus preferencias. Tanto individual como colectivamente es necesario hacerles realmente protagonistas y partícipes de su salud. Esta quizás sea una de las dimensiones más importantes de cara al futuro.

Conocemos la evidencia científica de patologías cada vez más complejas, y disponemos de recursos tecnológicos y farmacológicos cada vez más evolucionados con un número de profesionales limitado. Este es el tercer aspecto que me preocupa por una cuestión demográfica difícil de solventar. A esto, debemos sumar las estrategias que garanticen la seguridad del paciente, también su satisfacción subjetiva y minimizando los posibles eventos adversos inherentes a la actividad sanitaria.

Como profesionales de la salud, debemos continuar trabajando juntos para superar estos desafíos y brindar atención de alta calidad a nuestros pacientes. Y, por supuesto, desde Calidad también debemos dar respuesta a los profesionales sanitarios, nuestro cliente interno y una figura fundamental para el sistema de salud.