La Cátedra GIS-FES a fondo: Fernando R. Artalejo presenta el Área 1. Prevención, protección y promoción de la salud

26/05/2024.- La Cátedra de Gestión Innovadora para la Salud, impulsada por la Fundación Economía y Salud, inicia su andadura para enfrentar los grandes retos del sector sanitario. Un espacio académico, estratégico y práctico para repensar los sistemas sanitarios, que se inspira en casos y modelos de éxito internacional para generar soluciones adaptadas a los contextos locales, con una premisa clara: innovar para humanizar y transformar.

Desde esta premisa, la Cátedra abarca diez áreas de enfoque en las que profundizamos a través de esta serie de publicaciones titulada “La Cátedra GIS-FES a fondo”.

En este primer capítulo, conocemos el Área 1. Prevención, protección y promoción de la salud, cuyo responsable es Fernando Rodríguez Artalejo, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid, coordinador del Grupo de Epidemiología Cardiovascular y Nutricional de IMDEA-Food y Director Científico del CIBERESP. Es doctor en Medicina y Cirugía desde 1986 por la Universidad Autónoma de Madrid y Médico Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública en el Hospital Universitario La Paz de Madrid también desde 1986.

 

Relevancia del área para el sistema de salud y la sociedad

En general, las enfermedades crónicas no se curan, por lo que la mejor opción para controlarlas, al menos en teoría, es la prevención.En la práctica habrá que examinar en cada caso que las intervenciones preventivas, ya sean clínicas o de salud pública, son más coste-efectivas que las dirigidas al tratamiento de las enfermedades, y que además son más aceptables por la gente, más factibles políticamente y más equitativas.  No obstante, como punto de partida, más vale prevenir que curar, sobre todo porque a menudo no se puede curar de manera radicalmente efectiva.

Las intervenciones de medicina preventiva y salud pública deben orientase a mejorar el nivel de salud medio de la población y al mismo tiempo a reducir las desigualdades existentes.

 

El papel de la prevención en los sistemas sanitarios

Dado que una buena parte de los gastos sanitarios se concentran en los últimos años de la vida, y se dedican al tratamiento de la enfermedad y el manejo de la discapacidad (a esto también contribuyen los servicios sociales), creemos que invertir en prevención para retrasar la aparición de enfermedades contribuye a la sostenibilidad de los sistemas sanitarios.

No obstante, una limitación de la prevención es que hay que intervenir sobre mucha gente para que solo unos pocos se beneficien, ya que afortunadamente, más adelante, la mayoría de las personas no desarrollará la enfermedad, incluso en ausencia de la intervención preventiva.

Ello puede interpretarse como una limitación de la aparente eficiencia de las intervenciones preventivas. Para mejorarla, estas se suelen concentrar en personas de alto riesgo de enfermar, se deben orientar a la prevención simultánea de varias enfermedades (recordemos que los principales factores de riesgo conocidos afectan numerosas enfermedades. Por ejemplo, la obesidad aumenta de riesgo de diabetes, enfermedad cardiovascular, varios tipos de cáncer, enfermedades osteomusculares, etc..), y potenciar estrategias de salud pública de bajo coste, seguras y de cierta eficacia.

Buenos ejemplos de estos últimos son la reformulación de la composición de alimentos; el etiquetado nutricional Nutri-Score y el etiquetado apropiado de las bebidas alcohólicas para desincentivar su consumo; subida de impuestos a las bebidas alcohólicas y azucaradas; mejorar por norma la composición y calidad de los menús escolares; limitar la publicidad de alimentos insanos en la TV y redes sociales; etc.

 

Invertir en prevención para retrasar la aparición de enfermedades contribuye a la sostenibilidad de los sistemas sanitarios.

 

Recientes avances y logros innovadores

No se puede ser categórico en la identificación de los principales avances, pues se trata de una valoración subjetiva, y porque además se han hecho avances tanto en el descubrimiento de mecanismos básicos de la aparición de las enfermedades (con gran interés potencial) como en la aplicación de dichos conocimientos.

Sin ánimo de ser exhaustivo, algunos de los logros más destacados y prometedores incluyen:

  • La integración de la inteligencia artificial en la investigación y el diagnóstico e intervención preventiva. Por ejemplo, la inteligencia artificial ha permitido acelerar el desarrollo protocolos para la prevención secundaria de enfermedades crónicas (e.g., cribado a distancia de cáncer de piel mediante la interpretación de las fotografías de las lesiones tomadas por los propios interesados).
  • El desarrollo de dispositivos y aplicaciones para el seguimiento y control de enfermedades crónicas o sus factores de riesgo. Por ejemplo, los acelerómetros, glucómetros y aplicaciones para teléfonos móviles ha permitido un seguimiento más preciso y efectivo de las enfermedades crónicas y el desarrollo de intervención a distancia, que en algunos casos han mejorado el control de algunos factores de riesgo en el campo de la prevención terciaria y evitar descompensaciones de las mismas.
  • Los nuevos fármacos (agonistas de GLP1) para el control del peso corporal, que tienen potencial para cambiar la historia natural de la enfermedad cardiovascular y otras enfermedades crónicas. Es destacable que estos medicamentos no solo reducen el riesgo de enfermedades crónicas y muerte derivada de la obesidad, sino que también pueden actuar sobre los estilos de vida. Por ejemplo, facilitando la actividad física, pues el exceso de peso es uno de los principales determinantes de la inactividad física; o mejorando la calidad de la dieta, pues estos fármacos reducen el riesgo de picar entre horas; y probablemente limitando el consumo de alcohol y facilitando la cesación tabáquica, aunque es necesaria más información que confirme mediante ensayos clínicos de buen tamaño los beneficios de estos fármacos en estos dos últimos aspectos.
  • Las vacunas RNA, que han demostrado ser muy eficaces y seguras en la lucha contra la COVID-19, y que pueden llegar a extenderse al control de otras enfermedades infecciosas distintas al COVID-19.

 

El progresivo envejecimiento de la población, acompañado de una mayor frecuencia de enfermedades crónicas y de discapacidad, es un reto y una oportunidad para trabajar en prevención. Las experiencias europeas e internacionales pueden ofrecer modelos de los que aprender para aplicarlas para su adecuada implementación en nuestro contexto.

 

Retos y oportunidades del área

El progresivo envejecimiento de la población, que se acompaña de mayor frecuencia de enfermedades crónicas y de discapacidad, es un reto y una oportunidad para trabajar en prevención.

En el caso de nuestro país, la cohorte IMPACT, que se está estableciendo gracias a la financiación del Instituto de Salud Carlos III con participación de investigadores de casi 50 centros de atención primaria en las 17 comunidades autónomas de España, y que aspira a reclutar a 200.000 personas en los próximos años, será un excelente instrumento para la medicina y la salud pública de precisión, identificando las mejores intervenciones para los individuos y grupos de población que más pueden beneficiarse de cada una de ellas. El reto es logar la financiación continuada de la cohorte y el apoyo institucional necesarios para mantener esta infraestructura de investigación en los próximos años.

Por último, muchas de las enfermedades crónicas afectan más a los grupos sociales con menor nivel socioeconómico, por lo que las intervenciones de medicina preventiva y salud pública deben orientase a mejorar el nivel de salud medio de la población y al mismo tiempo a reducir las desigualdades existentes.

Es una cuestión de justicia, y además es un elemento práctico, pues sin reducir las desigualdades no será fácil una mejora sustancial de la salud del conjunto de la población. La buena noticia es el creciente interés de muchos poderes públicos en la reducción de desigualdades. Las experiencias europeas e internacionales pueden ofrecer modelos de los que aprender para aplicarlas para su adecuada implementación en nuestro contexto.